tilemovers es un juego de mover piezas tipo puzzle que tengo publicado desde hace 3 años en el Play Store con muy pocas ventas. Nunca lo he actualizado, ni agregado nuevos niveles, nada. Pero finalmente me vi obligado a hacerlo: Google me adviertió que si no lo actualizo lo van a remover del Play Store (breaking news: ya lo removieron. Actualización: ya lo publiqué de nuevo). Así que finalmente conseguí el tiempo para hacerlo.

Aquí está un largo post donde describo mis peripecias implementado el juego y todo el proceso para publicarlo: no fue fácil como se puede ver.

Lo estoy actualizando con varios detalles nuevos, cómo hacer para actualizar el último release, y algunos problemas que se pueden presentar. No voy a repetir aqui (en esta parte 2) esos temas porque ya es realmente complicado conseguir la información en ese post, el que urgentemente, requiere un índice. Coloqué las nuevas adiciones al final con la fecha. Otras correcciones quedaron sin marca alguna, para hacer más fluida la lectura (ya de por si llena de anécdotas, a veces irrelevantes, a veces impertinentes). Los nuevos visitantes lo agradecerán.

Saqué 4 versiones nuevas corrigiendo los distintos problemas. El detalle es que debes actualizar “compileSdkVersion” a 34 (hoy en día), “compileSdkVersion” lo puedes dejar por ahora en su valor actual (16, creo)

Pero todavía sigue un último error. En este momento me aparece este mensaje:

We will soon take action because your app does not adhere to Google Play Developer Program policies. [Pronto tomaremos medidas porque tu aplicación no cumple las políticas del programa de desarrolladores de Google Play.]

Esto se puede deber a que tienes una versión en alguna parte (producción o testing) que no has actualizado a la última version del API (hoy es 34). La respuesta es que no hay forma de remover este mensaje hasta que el alto concilio de Trento, el Sacro Imperio Google y demás instancias apropiadas lo decreten. Tanto en los foros de Google como en Stackoverflow se indica que no hay forma de hacer “delete” a las versiones viejas, solo se indica que puedes deshabilitar el “track” (a veces tampoco se puede deshabilitar el “track”, por ejemplo, yo no puedo hacerlo).

Así que hay que dejarlo así y que seas perdonado por la Inquisición Española y no te lleven a la hoguera.

Se cansa uno.

A veces salgo a caminar alrededor de las 10:30 am, principalmente para ejercitar las piernas. Debido a mi trabajo, a que me gusta escribir (y jugar World of Warcraft) paso demasiado tiempo sentado y si no hago ejercicios, eventualmente me comienza a doler una de las piernas. Es un dolor intenso y que puede durar varios días. Pero si hago ejercicio, este dolor nunca aparece. En mis caminatas me dedico a meditar, soñar despierto, y mirar con detenimiento a lo que normalmente no le prestaría atención. Siempre están los viejitos que me miran de reojo, como acordándose cuando tenían mi edad. O las viejitas que critican con la mirada mi vestimenta deportiva y me tuercen los ojos acusándome de todo tipo de delitos, como si yo fuera la oveja negra de la familia. Están los que salen a pasear al perro, y lo persiguen y lo regañan, con la ilusión de que son los amos, cuando en realidad, son los perros los que dan las órdenes y deciden para dónde y a qué velocidad van a correr. Finalmente están los que no tienen nada que hacer y salieron a pasear. Te miran y te examinan, formulando preguntas inverosímiles en su cabeza, buscando alguna razón adicional para ignorarte con más fuerza.

También están las familias, con los niños en desórden como persiguiendo el viento, la mamá con la tía o con la abuela en cacofónica conversación, misma que la mayor parte del tiempo es imposible de seguirle el ritmo. El padre de la familia me mira con envidia, porque yo estoy solo y no tengo que pasar por todo aquello, pero inmediatamente se recompone y cambia la actitud y me mira con altivés, despreciando mi condición de hombre solitario y feliz.

Y entonces, están los hombres en fuga, sentados en un banquito, solos, mirando el infinito con esa mirada perdida, sobándose en desesperación la nuca, y mirando a todas partes esperando no ser descubiertos. Yo los miro con curiosidad porque mi sentido arácnido me ayuda a identificarlos con rapidez y certeza. Son inconfundibles. No miran el celular, no ven a las personas a la cara, sino que insisten en ocultar su rostro y su mirada como si hubieran hecho algo malo. No están esperando algo particular, ni a alguien especial. Están desamparados y toda su estampa es la de un refugiado en un país extraño y hostil.

Los hombres en fuga se reconocen fácilmente porque quedan en evidencia: una mujer nunca actuaría así. Las mujeres siempre están acompañadas, u ocupadas, o haciendo ejercicio, o sentadas pero esperando a alguien. Tienen un lenguaje corporal diferente para cada caso.

A veces me pregunto qué tipo de eventos puede llevar a un hombre a escaparse de su casa y de su vida, y preferir sentarse en un banquito que enfrentar esos eventos, o esas circunstancias. Preferir sentarse en un banquito, en vez de ver la televisión, o leer la prensa, o hacer un crucigrama, leer un libro, hablar por teléfono cosas importantes, o simplemente quedarse en la cama mirando el techo, o mejor aún, durmiendo. Es de mañana e ir a un bar no es una opción, por lo demás, estos hombres normalmente no son el tipo de hombres que irían a un bar.

El hombre en fuga es un hombre desesperado porque pase el tiempo y suceda algún suceso que le permita regresar a su casa y a su vida y que mágicamente todo se haya resuelto. Y entonces me acuerdo que hoy es el día del padre, y asumo y reconozco la gravedad de la situación, que al menos hoy, no debería tomar a la ligera, o en forma divertida. Esto no es para juegos ni para bromas. Sigo mi camino por supuesto, porque preguntarle sería inútil, o bochornoso, porque el hombre en fuga, al verse descubierto, es capaz de cualquier cosa, incluyendo, ponerse a llorar. Y reconozco que tengo muchas habilidades y destrezas, pero consolar a un hombre desvalido y abrumado por los eventos y circunstancias de su vida no se encuentra entre ellas.

Me despido del hombre en fuga que vi hoy, quizás uno de los más quebrantados que he visto, porque momentáneamente pude verlo a los ojos y descubrí lo atribulado que estaba. Espero que resuelva sus problemas, y espero que no lo haga como lo hice yo, mandando para el demonio a todo el mundo. Porque cuando haces eso, eres tú el que tendrá al demonio de compañía el resto de tu vida.

Feliz día del padre.

Repentinamente, sin previo aviso, decidí comenzar a subir mi legión de alts a nivel 70 (alts == personajes adicionales a a mi personaje principal, a este último se le llama “main“). A todos los tenía estacionados en el Garrison (Draenor) produciendo principalmente bolsas de tailoring, en diversos niveles, 45, 48, algunos en 50 y 52. Un druida, un Dark Night (DK), un Shadow Priest, un Warlock, un Rogue, un Paladin, y un Warrior. Al Warrior lo dejé por ahora en nivel 48 porque necesito siempre un alt en bajo nivel para ciertas actividades, pues, de bajo nivel.

La forma como están funcionando las cosas en wow, es que tú subes de nivel hasta 45 en cualquiera de las expansiones (Outland, Wrath of the Lich King, Pandaria, etc) y una vez que llegas a 45 te pasas a la penúltima expansión en este caso Shadowland pero como es tan mala, Blizzard decidió que también se puede usar Battle for Azeroth, la cual por casualidad es una maravillosa expansión para subier de nivel. Subí los 6 alts desde 45-52 a 60 y fue tan divertido que voy a tratar de subir un Panda y un Hunter que están en niveles 25 y 15 nada más para poder subirlos a través de Battle for Azeroth.

El mecanismo de viajar en el tiempo a las distintas expansiones controlado por Chromie le puso un poquito de orden al sistema, porque para un novato todo aquel poco de expansiones resultan confusas y realmente no se sabe por dónde comenzar. No es fácil meterse en el universo de wow. Yo comencé en Burning Crusade y era, no, mentira, también era difícil. Blizzard hace un gran esfuerzo para hacer el juego más fácil, pero a veces, el tamaño y la cantidad de expansiones conspira en contra.

Una vez que llegas a nivel 60 estás obligado a jugar en la ultima expansión (es decir, la vigente), o sea, Dragonflight. Todo el mundo aclama y aplaude hasta los codos a Dragonflight, pero a mi me parece una expansión normal. Lo que pasó es que BfA y Shadowland (particularmente esta última) fueron tan malas, tan malas, tan malas, tan malas, que por supuesto que Dragonflight fue un rotundo éxito, porque recupero el estilo original del juego. A mi no me gustó para nada las monturas Dragonriding me pareció que controlar esos dragones en vuelo es muy difícil y fastidioso. Pero aparte de eso, todo lo demás fue excelente.

Volviendo a mis alts, he estado haciendo una de las cadenas de misiones que más me gusta, que es la cadena introductoria de Tiragarde Sound, (Battle for Azeroth), el descubrimiento de la conspiración de Priscilla Ashvane para destronar a Katherine Proudmoore, la mamá de Jaina. La clave de este descubrimiento es el trabajo conjunto de Talia, la mano derecha del maestro del puerto de Boralus, y el borrachín Flynn Fairwind.

Todo se desarrolla en Freeport, un puerto “colorido”, donde Priscila ha hecho las conexiones para preparar su conspiración. Aquí hasta los side quests son muy divertidos, incluyendo el de Roko y Carentan, un delincuente que provoca liquidarlo sin misericordía, y sí, lo hice, 6 veces.

Luego de la cadena en Freeport, pasamos a Drusvar, donde hay un pueblo tomado por unas brujas. Todos los quests alrededor son bien divertidos, incluyendo el área donde está la bruja, donde debemos eliminar a la fauna silvestre en el área que incluye lobos y cuervos.

Y este amigo aquí, Balethorn te puede visitar en cualquier momento. Él está rondando las efigies de uno de los quest, y el área donde están otros objetivos, y por alguna razón es persistente en su empeño de aparecer en el momento más inapropiado. Mi Warlock y el Shadow Priest pueden con 3-4 npcs al mismo tiempo, pero el Rogue, el Druida y el Death Knight (increíble) pueden tener problemas cuando son demasiados, y si entre ellos está Balethorn eso es una visita segura al cementerio. Hablando del Death Knight, he estado trabajando intensamente sus talentos, el dps es bajísimo y pierde health demasiado rápido. Parece que estuviera desbalanceado. Estoy jugando DK Unholy.

Como normalmente los alts llegan a Bfa (Battle for Azeroth) con un nivel alrededor de 45, estas dos áreas (Tiragarde Sound y Drusvar) son suficientes para llegar a 60-61 donde estamos obligados a regresar al presente y atender los requerimientos de Wration y Alexstraza y la nueva situación en Dragon Islands con Fyrakk, el último boss de Dragonflight. Esto claro, si se sigue el camino de hacer quests, una alternativa es hacer dungeons con lo que se puede subir de nivel más rápido. Yo no hago dungeons muy seguido, apenas los necesarios. Desde Legion le perdí el interés a esa parte del juego y ahora trabajo otros contenidos. Afortunadamente, wow tiene tanto contenido que es casi inagotable. Dragonflight en particular tiene miles de quests, y se ven por todos lados. Vas al baño y te encuentras con un quest.

Ya estamos a mediados de mayo y todavía me falta subir 4 alts de 63-64 a 70, que es un trabajo relativamente fácil pero que toma tiempo. Así que por ahora voy a ignorar el nuevo módulo de wow “Pandaria Remix“, que es una versión donde juegas la expansión Pandaria con más poderes y ciertas modificaciones divertidas. Me parece interesante pero realmente yo juego las expansiones hasta el tuétano, y volver a subir un personaje 1-70 en Pandaria es como mucho. Las cosas hay que tomarlas con moderación, inclusive wow. No, en serio. ¡En serio!

Estoy en una etapa de meditación, acompañada de una campaña para subir a todos mis alts a 70, en World of Warcraft. En esta ocasión los estoy subiendo a todos más o menos al mismo tiempo. De esa forma, puedo repetir los mismos quests, ya sé cuáles zonas hacer, cuáles bosses matar, cuáles saltar etc. Timewalking fue de alguna ayuda, la verdad ya no me gusta mucho hacer dungeons como antes (en Wotlk hacía 5-6 diarios). Tengo mi main y un alt en 70. Tengo 4 alts en 65 y me faltan 2 que están en 45 y 48. Estoy subiendo también mi primer BM Hunter, y la pandarian (ya está en 25, creo).

Decía que era una etapa de medicitación porque tengo que reordenar mis ideas en materia laboral. freelancing cada vez se está haciendo más difícil, como es reportado con mucha frecuencia en /r/freelancer. Desde la pandemia las empresas están recortando contrataciones, los empleadores se han vuelto más exigentes y focalizados y están utilizando otras estrategias. Varias de las empresas con las que trabajaba me expulsaron (juntos a otros miles de trabajadores), incluyendo una donde yo tenía garantizado el 25% de mis ingresos mensuales. Double ouch!

Nota: además de los incidentes casuales, llamados accidentes a veces. La esposa de uno de mis clientes le dió cáncer, así que estuvo casi año sin poder trabajar, ya se está resolviendo aparentemente. A otro de mis clientes le dió algo así como una crisis de nervios y paralizó un proyecto que teníamos meses trabajando. Cosas desafortunadas que pasan y están fuera de nuestro control, pero generan resultados en el cuadro general.

Así que si no me ven por aqui con frecuencia esa es la explicación, estoy planeando nuevas acciones. Lamentablemente el historial es bastante malo, todos mis emprendimientos han fracasado, sistemáticamente y estrepitosamente. Solamente Saeta ha tenido un éxito regular, quizás trate de expandirlo más. Esto no es raro, los incubators reportan [1] una rata de éxito de un dígito, y apenas 50% de empresas sobreviven los 5 años (25% muere al primer año). Así que por ahora no me estoy estresando con esto. Hay un componente de suerte en la ecuación y yo he tenido mucha suerte en mi vida.

Mientras todo esto sucede sigo con wow, subiendo mis alts, y terminando la expansión Dragonflight, que le quedan pocos meses de vida. La nueva expansión “The war within” ya viene en camino, probablemente antes de noviembre.

Estoy aprovechando de rumbear un poco también, la vida es corta, y no sabemos que nos depara el destino. Para los que no saben, “rumbear” es parrandear, salir de fiesta, bailar como si nadie te conociera, cantar sobre la mesa, pegar gritos, beber licor como si mañana va a haber ley seca. Rumbear es algo que haría Austin Power, yeah baby, en una fiesta ilimitada, liberada, sin parar.

Tengo un grupo de whatsapp donde sus participantes no parecen estar muy acuerdo con eso de la rumba desenfrenada, se comportan a veces como un culto, los moderados los llamo yo, dicen que “rumbear en exceso es malo”, “que debes tomar las cosas con moderación“, “los excesos siempre conducen a problemas“, etc. No sé para qué se están cuidando, debe ser para lucir rozagantes en el ataud, aunque ahora está de moda la cremación, o sea, para que las cenizas sean más hermosas y luzcan más saludables, para que si las cenizas las lanzan al mar, los peces no se escandalicen con ellas, “ay que horror, estas cenizas saben a alcohol, qué horror, que vida tan disoluta debe haber tenido éste“. Se cansa uno.

[1] un google apropiado o algún tiempo en crunchbase.com puede revelar otros datos interesantes sobre los startups hoy en día.